Cada curso escolar, casi el 20 por ciento de los alumnos que asisten a cualquier guardería infantil de Alicante llega un día a su casa con unos cuantos piojos en la cabeza. Es un “accidente” prácticamente inevitable. Niños y niñas de esas edades, cuando juegan, dibujan o, simplemente, hablan de sus cosas, suelen colocarse cabeza con cabeza de forma que, basta que una mañana llegue uno de los niños con pediculosis, para que, al finalizar el día, más de media aula se haya contagiado.

Los piojos son pequeños insectos que se agarran del pelo y se alimentan de los restos de células muertas de la piel del cuero cabelludo y también haciendo unas pequeñas picaduras por donde chupan unas gotitas de sangre. Son estas picaduras las que hacen que el pequeño comience a rascarse la cabeza. Por la facilidad con la que se contagian, todos los años desde nuestra guardería infantil de Alicante damos a los padres una serie de recomendaciones para tratar de prevenir las infestaciones. La primera de ellas es que si descubres que tu hijo los ha cogido, esperes a que haya desaparecido todo rastro de ellos antes de volver a enviarlo al colegio.

Lavar sus cabezas dos o tres veces por semana puede ser suficiente para mantenerlos alejados sobre todo si, tras el champú, utilizas un suavizante para el pelo que hará más difícil que puedan agarrarse. También conviene revisar todos los días sus pequeñas cabecitas pasándole una lendrera, un peine con púas muy finas que te permitirá detectar los piojos en un santiamén.

En cuanto en Pitusos Serrano 8 sepamos que uno de nuestros alumnos los ha cogido, en seguida te avisaremos para que extremes las precauciones.